CONTENUR, empresa líder en soluciones integrales para la contenerización de residuos, ha obtenido la certificación Operation Clean Sweep® (OCS) en sus plantas de producción de Mielec (Polonia) y Knowsley (Reino Unido), consolidando su compromiso con la sostenibilidad tras superar con éxito las auditorías oficiales del programa.
Esta certificación forma parte de una iniciativa global impulsada por la industria del plástico para prevenir la pérdida de pellets, escamas y polvo plástico al medio ambiente. Cada año, se estima que alrededor de 230.000 toneladas de microplásticos industriales terminan potencialmente en entornos naturales en Europa, por lo que la implantación de sistemas de control y prevención se ha convertido en una prioridad para el sector.
CONTENUR ha realizado en ambas plantas inversiones específicas en infraestructura, formación y controles operativos orientados a minimizar el impacto medioambiental de su actividad. Estas medidas incluyen sistemas reforzados de contención, protocolos de limpieza y procedimientos de emergencia ante derrames. Gracias a ello, la compañía ha reducido significativamente el riesgo de fuga de material durante la manipulación, transporte y transformación de polímeros.
Durante el proceso de auditoría se evaluaron, entre otras cuestiones, las medidas de contención implantadas, los procedimientos de actuación, la eficacia de las acciones formativas y la concienciación en la cadena de valor. Los resultados obtenidos situaron a ambas instalaciones por encima de los estándares exigidos por el programa OCS.
“Este logro demuestra nuestra responsabilidad en la lucha contra la contaminación por microplásticos. Solo en nuestras plantas de Mielec y Knowsley se procesan anualmente en torno a 15.000 toneladas de materiales plásticos destinados a la fabricación de soluciones de contenerización urbana; garantizar su correcta gestión era un objetivo prioritario”, destacó Diego Gagete, Director de Operaciones del Grupo CONTENUR.
La adhesión de CONTENUR contribuye al objetivo europeo de cero contaminación y al cumplimiento de las directrices de la Estrategia Europea de Plásticos, que busca minimizar la presencia de microplásticos en canales y ecosistemas.